Alfa Capacitación Venciendo el Miedo

Venciendo el Miedo

¡Huye!

Imagínate dentro de un gran salón.

Estás en un evento al cual asistieron más de 500 personas.

Las damas portan soberbios vestidos y elegantes trajes visten a caballeros de alto renombre.

Ahí estás tú, detrás de un micrófono, con las miradas de todos los presentes fijamente puestas en ti. Es el momento en que debes dirigir un mensaje a la audiencia.

No puedes evitarlo pero tu corazón está palpitando aceleradamente. Acabas de caer en la cuenta de que has confundido el folder donde se encontraba escrito el mensaje que planeabas leer.

Sabes que no debes quedarte callado y en vez de que una palabra salga de tus labios, la única respuesta que recibes de tu cuerpo es un copioso sudor junto con un ligero temblor en tus rodillas.

Tu cerebro no es capaz de pensar en ninguna frase, sólo miedo y te grita una palabra:

¡HUYE!

Dejaré a tu imaginación el desenlace de esa historia. Hoy quiero hablarte precisamente acerca del miedo, no sólo enfocado a una situación similar a la que acabo de desarrollar, sino al temor en general.

«Nadie llegó a la cumbre
acompañado por el miedo»

Publio Siro

Miedo

El diccionario de la RAE define la palabra MIEDO como la «perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario».

Todos sin duda alguna sabemos de qué se trata pues lo hemos experimentado en varias ocasiones.

En tiempos prehistóricos, el miedo jugó un papel muy importante en la supervivencia de nuestra especie. Las reacciones fisiológicas provocadas por esta emoción permitieron que los hombres tuvieran la capacidad de huir ante los peligros y desconfiar de lo desconocido.

Se trata pues de un instinto innato ante situaciones que amenazan nuestra seguridad. Las pupilas se dilatan, los músculos se tensan, la presión arterial se eleva y el cerebro simplifica su capacidad de pensar permitiéndole tomar solamente aquellas decisiones que lo librarán del peligro.

El problema en nuestros tiempos es que el cuerpo sigue reaccionando de la misma forma ante situaciones que el cerebro interpreta como una amenaza. Las reacciones que se desencadenan sólo están diseñadas para huir o atacar, pero no para lograr cantar afinadamente dentro de un concurso o improvisar un discurso elocuente frente a un auditorio.

¿Cómo explicarle a tu cerebro que no es tu existencia la que corre peligro y que sus reacciones más que ayudar nos están perjudicando?
Lamentablemente no hay manera de hacerlo, el cuerpo seguirá reaccionando de igual manera al ser invadido por el miedo, la única solución está en evitar o controlar esa emoción.

Desafortunadamente no existe un botón de encendido y apagado que nos permita desconectar el miedo.

Sin embargo, gracias a la experiencia, he podido llegar a una conclusión: la mayoría de nuestros temores son originados por nuestra IMAGINACIÓN, esa capacidad tan poderosa que tiene el cerebro para recrear en la mente situaciones que aún no suceden pero que las visualizamos de forma vívida.

Al momento de estar frente a una situación donde deseamos tener un buen desempeño, nuestra mente empieza a imaginar lo que pasaría si nosotros fallamos.

Podemos llegar a imaginar que nuestra estima quedaría rebajada o que perderemos la oportunidad de lograr algo muy esperado. Es en este momento que el miedo a pasar por esas situaciones negativas obliga al cerebro a desencadenar esa serie de reacciones que nos exigen una huida.

Es razonable huir ante un peligro real, pero hacerlo ante uno imaginario resulta poco justificable.

Por ello, una vez que conocemos el origen de un problema, estamos obligados en trabajar en la solución. Si sabemos que la imaginación nos traiciona constantemente, la solución que yo encuentro es precisamente exponerte continuamente a esas situaciones que te provocan miedo.

El cerebro dejará de escuchar a tu imaginación para darse cuenta de la realidad.

Alfa Capacitación Venciendo el Miedo

Venciendo el Miedo

La solución para vencer el miedo es repetir tantas veces como sea necesario alguna actividad que te atemorice de tal forma que el dominio que obtengas le dé la certeza a tu cerebro de que el único resultado factible es la buena ejecución de aquello que dominas.

Si quieres por ejemplo perder el miedo a hablar en público, habla constantemente en público hasta que tu cerebro se dé cuenta de que no es tan difícil como creías y que si te equivocas, las cosas no salen tan mal como esperabas.

Así como gota a gota el agua logra perforar una piedra, tú puedes perforar la piedra de tus temores con la constancia y empeño que pongas en vencerlos.

El primer enfrentamiento siempre será el más difícil, recuerda que el temor a lo desconocido es innato en todos los seres humanos, pero una vez que enfrentes aquello que temes habrás dado el paso más importante, las siguientes ocasiones que lo hagas serán más fáciles y sobre todo tu desempeño será mejor

Son muchos los sueños que no se han logrado por culpa del miedo, por ello te invito a tener siempre en tu mente aquella frase cuyo autor ignoro, pero que encierra una gran sabiduría:

«No tengas miedo a fallar, ten miedo a no intentarlo».

Deja un Comentario

error: ¡Contenido Protegido!